sábado, 7 de mayo de 2011

el realismo Kitsh en Death Proof


Santhome + Tang = Guarapita / realismo + Kitsch= Bochinche.


Primero lo primero: Coño… una disculpa, no tengo ninguna excusa para presentar este trabajo a estas alturas del partido, solo una desidia generalizada en todos los aspectos de la vida.

En los trabajos anteriores se hizo una revisión de los argumentos que podrían justificar la inclusión del cine de tarantino a una suerte de realismo (edulcorado) y también a ese fenómeno de horizonte variable llamado kitsch. En esta oportunidad vamos a ver como se articulan ambos conceptos en un único Film: Death Proof.

Pensemos un momento en el comienzo de la película; una mujer que esta corriendo escaleras arriba porque se esta orinando; ahora pensemos en la primera escena dentro de un carro; Jugle Julia, Buterfly, Shanna; tres jóvenes sureñas de Austin Texas que se nos están presentando sin tapujos, hablan de hombres, de yerba, de con quien se van a tomar la curda hoy…lo normal; hasta se podría exagerar y decir que Jugle Julia como Emma Bovary, comparte ese deseo de salir de la vida del poblado a Hollywood o París y esto se podría comprobar con las dos escenas íntimas de la locutora de radio con su celular  escribiéndole al gran productor de películas; pero como dije es una exageración, el hecho es que estas tres chicas llegan a Güero’s un bar Tex-Mex donde todo parece cambiar, la iluminación, la fotografía, la música y nos presentan a Stuntman Mike, un personaje que se llama como su profesión, que a pesar de tener varias cicatriz y un aura de tipo rudo  (aura que aumenta gracias al emblemático Kurt Russell) es abstemio; que por el contrario de lo que parece es amable, en fin un personaje contradictorio y vario pinto que parece un pez atrapado en las redes de las series de acción de los 60’s y 70’s. Entonces… ¿dónde podemos ver los elementos de realismo en esta primera parte? Bueno… lo primero: cosas obvias, el universo obedece a las leyes físicas que nosotros conocemos, la manera de vestir, la manera de hablar, los temas de conversación. Lo segundo: el hombre fragmentado, Jugle Julia una mujer independiente, exitosa, que parece controlar a los hombres a su antojo se fisura en esos momentos íntimos con el celular, lo mismo Shanna aunque menos evidente cuando Jungla Julia llama Ben a su padre y Buterfly cuando Stuntuman Mike la persuade de hacer el baile usando algo desconocidos para los hombres pero no para Tarantino: la logica femenina. Esto en contra posición con Stuntman Mike que en esta primera parte es un personaje sólido, macizo, una sola pieza que parece irrompible, en fin un villano caricaturesco, típico de series de televisión donde si eres malo eres el peor  y si eres bueno eres el mejor y no hay grises ni un camino difuminado entre estos dos polos. Y ¿dónde podemos conseguir el Kitsch? En la autoreferencialidad de Jugle Julia por ejemplo que hace de Sydney Poiter y la actriz es Sydney Poiter al igual que Zöe Bell que hace de Zöe Bell, esto es el placer kitsch del hombre kitsch que disfruta disfrutando de estas cosas, en los temas y el gusto por la cultura popular; personajes anacrónicos salidos de otro tiempo como Mike,  en la decoración de Güero’s y todo lo exuberante y ecléctico que se pueda considerar de mal gusto o sencillamente demasiado llamativo como para dejarlo pasar. Para resumir tenemos unos personajes reales atrapados en una dimensión y en un conflicto kitsch.

En la segunda parte ocurre el gran suceso… pero lo voy a reservar para la mitad. Ya se había dicho que Stuntman mike es lo opuesto a un personaje que busca producir un efecto de realismo; esta en ese pedestal donde la duda no oxida al hombre y la toma de decisiones no es un problema. Por el contrario ambos grupos de chicas se nos presentan la primera vez de la misma manera; a través de una conversación entre amigas que sirven para presentarnos y caracterizar unos personajes llenos de humanidad, con textura. Entonces… el juego de la segunda parte es que ocurre una segunda presentación de los personajes cuando llega Zöe y ahí empieza a verse la crisálida que incuba al HEROE KITSCH o mejor en este caso LAS HEROINAS KITSCH, todo empieza a volverse extraño cuando entendemos que son dobles de acción; que saben de carros; que una esta armada. Ehm…que para matar el tiempo desean como Stuntman Mike, hacer lo que hacen en el trabajo, acrobacias con carros. Lo mejor es que esta crisálida incubadora de las H.K. tarda su tiempo para revelar su creación, a pesar de haber cambiado el horario, antes de noche ahora de día, el espectador sigue a la expectativa de una película de terror, nuevamente ataca StuntMan Mike, ocurre una persecución que unido a un golpe de suerte o a la  virtud del héroe (Zöe vive!) H.K.  rompe la crisálida y ocurre la transformación; Stuntman Mike queda herido  y ahora él se rompe, es como todos nosotros un hombre asustado. Ellas, por el contrario, se transforman en un cliché: Happy Ending, este rasgo que caracterizó y caracteriza  a Hollywood y a las series de televisión se apodera de la película de terror y  reordena: el perseguidor, es el perseguido, los perseguidos son perseguidores. En esto radica el nacimiento del HK si antes se había resuelto que era un contexto kitsch, un conflicto kitsch y unos personajes reales, ahora es un conflicto real: venganza, un reducto de personaje real: Stuntman Mike, Una dimensión y un Héroe: Kitsch, son Kitsch nuestras heroínas por haber sido forjadas en las calderas de la cultura popular; porque aparentemente no pertenecen a la misma dimensión de Stuntman Mike (descontextualización) y por el placer Kitsch de saber que hay una paradoja extraña: de las cuatro chicas (Zöe, Arlene, Kim y Pam) tres (kim, Arlene y Zöe) trabajan en esa industria invisible y periférica de Hollywood (maquillistas, dobles de acción, luminitos, servicios de bufet, etc, etc, etc) y son ellas tres las Heroínas y protagonistas de la segunda parte y Pam que es la única que hace películas como personaje secundario, hace en esta película también un personaje secundario y vestida de película de Hischool nuevamente Happy Ending.

Para Finalizar, Death proof nos ha demostrado que Horacio no siempre tiene razón, por ejemplo: cuando le decía a los jóvenes Pinzones que mezclar el cuerpo de un animal con la cabeza de otro y las patas de otro solo iba  a generar burla; no tenía razón o simplemente nunca hizo zaping, esto para Horacio era del peor gusto posible, burdo y grosero, bárbaro seguramente, pero muchas primaveras han pasado y ahora siglos después, eliminar de una película de terror el leit motiv : el miedo de la victima al victimario, unirla con una película de acción, introducir en estas películas personajes humanos a dialogar con personajes idealizados  todo un ambiente extravagante de carros de los 70’s y mujeres que manejan mejor que los hombres en la onda de Faster Pussycat Kill! Kill! Es lo que queremos ver, ese animal extraño que es una mezcla entre una danta y un ravipelao secuestraó por ovnis y si, es cierto, que esta mezcla de géneros cinematográficos es casi 100% kitsch el realismo esta en la fibra que construye a los personajes que hacen existir la dimensión Tarantino. Sin personajes que se relacionen en el universo de Quentin este universo no tendría sentido y si estos personajes pertenecieran a   ese universo, estaríamos de prontos perdidos y sin códigos para establecer algún nexo y estos personajes salidos de nuestro mundo son el elemento de realismo el cable a tierra que nos da pie a afirmar: DeathProof es realismo-kitsch.

















Nota: no me llegan los mail, mi correo es zapres.ir@gmail.com
Nicolás Gerardi

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