sábado, 26 de febrero de 2011





Jack Rabbit Slim's


Mia Wallace: "An Elvis man should love it".
Vincent Vega: "...It’s like a wax museum with a pulse."


Un gran cartel, con una caricatura de neón de un gran conejo de aspecto fríamente brusco sobre un limpiaparabrisas rojo, se alza sobre el establecimiento. Debajo de la caricatura aparece el nombre: Jack Rabbit Slim's. Más abajo aparece el eslogan: “lo mejor después de la máquina del tiempo”. Ese es el lugar al que van Vincent vega y Mia Wallace. Un restaurante temático/retro de la cultura pop de los 50 y finales de los 60. El local en sí es una explosión de la iconografía de las películas, televisión y música de esas dos décadas.

Vincent entra al restaurante acompañado a una cámara que nos recuerda enseguida a Henry Hill entrando al Copacabana en la película Goodfellas (Martin Scorcese, 1990), nos hace un pequeño recorrido del lugar mostrándonos infinidades de detalles del local. Un ambiente al estilo de la caricatura Archie, decorado con carteles de películas destacadas de los años cincuenta y una gran pancarta en la pared que dice: “No se permiten zapatos” (cosa que veremos cuando Vincent y Mia suben al escenario y se descalzan antes de bailar). Hay unas ventanas panorámicas que no dan a la calle sino que proyectan por detrás de ellas escenas callejeras de películas en blanco y negro. Hay una pista de carritos eléctricos que se mueven por inercia, pues aunque tenga espectadores nadie los maneja. Un piso de tablero de ajedrez, mucho neón y sombrillas playeras terminan de rematar el local. No solo os recuerda el mismo espíritu de American Graffiti (George Lucas, 1973), Red Line 7000 (Howard Hawks, 1965) y Speedway (Norman Taurog, 1968) protagonizada ésta última por el mismo Elvis Presley, sino que también nos presenta un sello justificador de la cultura norteamericana que vive, late, y sigue vigente. Un discurso de identidad que, aun siendo relativamente “nuevo”, es más fuerte que muchos otros afianzados bajo el poder de la historia.

Vincent, tras ser recibido por Richard Nixon, camina y nos muestra que los mesoneros que atienden en el Jack Rabbit Slim's son Buddy Holly, James Dean, Dean Martin, Marilyn Monroe, Mamie van Doren, El Zorro y un enano disfrazado como el Botones de Jerry Lewis que grita “CALL FOR PHILLIP MORRIS”, un comercial de cigarrillos de la época. En el escenario hay un imitador de Ricky Nelson cantando "Waitin In School". Después de sentarse en una mesa/carro convertible le piden a su mesero (que imita a Buddy Holly) lo que van a consumir esa noche. Vincent un steak Douglas Sirk acompañado de Coca-Cola de vainilla. Mia pide una hamburguesa Durward Kirby y una malteada de cinco dólares (al estilo Martin & Lewis). Hasta este momento, la cantidad de referencias de la cultura pop cincuentera que Tarantino nos ha suministrado es impresionante.

 Luego viene el concurso de baile. El concurso de Twist. La pareja sube al escenario y nos deleitan con una enorme cantidad de movimientos. A storm of all types of cool moves. Hacen pasos como 'The Swim', 'The Twist' y el 'The Batoosie'. Una escena de baile que marcó un hito en la historia y que ha sido recreada innumerable cantidad de veces (si, hasta tú te has pasados dos dedos frente a los ojos alguna vez).

Pero Jack Rabbit Slim's, aparte de demostrar la pasión de Tarantino a la iconografía de los cincuenta, a la saturación, a la cultura de masas, a lo kitsch que vive en nuestra cultura, también utiliza el local como un factor clave del desarrollo de la historia. No sólo se resuelve la duda respecto a Tony Rocky Horror y el masaje de pies (lo cual relaja a Vincent Vega y transforma al personaje durante el resto de la historia), sino que además crea el link Vincent/Mia con lo que la trama puede dar el siguiente paso: ante una falta de relación entre los personajes, se crea por fin una relación. Tensa, si, prohibida, donde un paso en falso puede terminar todo, pero relación al fin que sitúa a los personajes en un estado donde pueden expresarse, intimidar y conocerse más fácilmente. Dicha relación, que empieza a cocerse en el restaurante, tiene su apogeo en la escena donde Mia exclama que ya no hay silencio incómodo.

Sin embargo, Jack Rabbit Slim's es un proyecto que Tarantino no maneja a la ligera. Aparte del capítulo donde el restaurante es protagonista, nos los muestra luego en  la misma película durante el segmento The Gold Watch. Puedes escuchar que lo nombran en una radio de un restaurante que Butch Coolidge atraviesa para llegar hasta su casa. Se dice que habla de un supuesto robo del trofeo de Twist (lo que haría pensar que Vincent y Mia no lo hubiesen ganado, sino robado). En Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992) ya se mencionaba a Jack Rabbit Slim's. Puede escucharse por la radio cuando Mr. Orange le dispara a Mr. Blonde y la cámara va haciendo un travelling hacia la izquierda.

Quién sabe, a lo mejor queda Jack Rabbit Slim's para rato en las próximas películas de Tarantino.


Santiago Zerpa.





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