sábado, 26 de febrero de 2011

Pulp Kitsch ion


En el trabajo anterior revisé a través de la construcción de los personajes en Reservoir Dogs la inclusión de Tarantino en esa galaxia de confusos horizontes llamado realismo. En esta oportunidad voy a revisar el elemento Kitsch en Pulp Fiction y en la próxima entrega voy a buscar a ver si estos dos conceptos (el Realismo y el Kitsch) coinciden en algunas de sus coordenadas.

No voy a comenzar como empiezan todos los estudios sobre esta materia con un rastreo filológico de la palabra Kitsch, ¡ya basta! Tampoco voy a hacer una diferenciación entre Camp, Kitsch y Arte. El Camp, es jerga francesa para decir Kitsh porque así son los franceses, lo quieren todo pero no lo dicen (el único francés sincero ha sido Napoleón). Y en cuanto a la dicotomía Kitsch-Camp y Arte no voy a entrar tampoco en disertaciones, lo Cool y lo Artístico, dependen del momento, del espectador y  de la moda. Ahora lo que si voy a intentar es fijar puntos en común entre los diferentes autores que han escrito sobre el Kitsch, porque en general, nadie lo define, y como algunos pueden darte una aproximación más o menos certera, cuando lees a otro se desdibuja por completo, esto se debe a que para definir el kitsch se debe entrar en la encrucijada planteada por Barthes en Crítica  y Verdad “la obra propone y el hombre dispone[1]”. Esto indica que depende del autor y sus gustos la construcción de la sombra de este espectro.
Para Harold Rosemberg el kitsch es “el arte cotidiano de nuestro tiempo equivalente a lo que representaron para las pasadas generaciones las vasijas o los himnos[2]”, no posee antítesis y esta íntimamente relacionado con el orígen del hombre y la belleza o su sinónimo la feladad, para Herman Broch el Kitsh es un hijo de la Burguesía y la revolución industrial, relacionado con el mal gusto y la cultura popular,  que no tiene cabida sin la existencia de un Hombre-kitsch, “Entendido en un sentido amplio, el arte es el simple retrato del hombre de su tiempo, y si el Kitsch es mentira (muchas veces-y con razón- se lo ha considerado así) dicha mentira recaerá sobre el hombre que lo necesita, es decir, sobre quien se sirve de este espejo tan respetuoso para poder reconocerse en la imagen desfigurada  que le devuelve y para poder confesar (con un placer, dentro de ciertos límites, sincero) con sus propias mentiras[3]”. Gillo Dorfles entiende el Kitsch sobre todo en relación con el mal gusto y como producto de una contextualización o descontextualización del objeto Kitsch “las reproducciones en alabastro de la torre inclinada de Pisa, por ejemplo, no sólo son Kitsch porque están reproducidas en un material distinto, sino porque se valen de una “desviación vistosa de la norma”( la inclinación del campanario) como elemento de curiosidad y de atracción. Con lo que degradan el admirable conjunto de la Plaza los Milagros a una imitación Kitsch[4]” Y bueno se nota que a Guillo no le gusta mucho eso de la cultura popular ni de las reproducciones en fin que es un purista. Ludwin Giesz siguiendo la línea de Broch entiende el Kitsch como una obra objeto o lo que fuere, que no esta conectado con ninguna verdad ni conocimiento trascendental, su único interés es formal y vanidoso. Uberto Eco siempre esclarecedor es uno de los pocos teóricos que se atreve a definirlo y lo define así:”El kitsch puede ser definido como una forma de desmedida, de falso organicismo contextual, y por ello, como mentira, como fraude perpetrado no a nivel de los contenidos, sino al de la propia forma de la comunicación[5]” y en este texto investiga una de las claves para este trabajo, la relación entre el Kitsch y la cultura de los medios de comunicación de masas.

Entonces… entre los puntos en común tenemos  que: el kitsch esta siempre relacionado con la cultura de masas o la baja y media cultura y nunca con la alta cultura; que depende del “mal gusto”, pues su intención no es producir objetos para la observación y reflexión sino por el contrario únidireccionalmente bellos-feos; que depende de la sociedad y sobre todo el hombre kitsch para poder sobrevivir, pues el disfrute del Kitsch esta ligado a brindar autoplacer del observador del kitsch, me explico; según Broch, Eco, Kundera y Geisz uno no disfruta viendo un objeto kitsch sino disfruta de saber que esta disfrutando eso. También sabemos que el Kitsch por lo menos en lo que se refiere a imágenes se caracteriza por la reproducción, apropiación, descontextualización o resemantización de imágenes icónicas o sencillamente demasiado cotidianas para elevarlas al pedestal de lo observable en contraposición de una simple vista.  Esta relacionado con la desmesura, con lo exuberante, desmedido pornográfico, desagradable, edulcorado, falso, artificioso, inconexo y por último con una sensibilidad peculiar que logra abofetear al caminante para que detenga su atención en el objeto-hombre-idea-libro o cualquier cosas Kitsch.

El Kitsch es pedir Doritos en restaurante cinco estrellas, Kitsch es Charlie Mata y el Hermano Coco, Una bisabuela en minifalda, una franela que diga “Principe Tuky busca princesa” y dependiendo de la época, la cultura ,el lugar y el horizonte cultural, el kitsch se modula y cambia, pero… ¿cómo saber si Pulp Fiction es  Kitsh?
Para saber esto solo hay que estudiar los elementos y las secuencias más llamativas de la película, lo primero: A) una dimensión poco clara que refleja su tiempo: la moda retro 70’s en los 90’s . Para ver esto basta con ver la escena de Jack Rabbit Slim, que parece un paraíso Kitsch, es un lugar totalmente retro, donde los mesoneros se deben parece a estrellas de cine de esta época y a su vez a dentro de esta gran escena comparten varios fenómenos Kitsch: 1) retomar el baile de Band a part de Godard sin una intención específica, solo porque si, por la plasticidad de la imagen 2) El vestuario de Jhon Travolta y Uma Thurman es Kitsh, no parece de la misma época de la casa de Uma ni de la pistola de Jhon, pero si es coherente con la onda  de Rabbit Slim y con la música de la película. B) Las continuas conexiones con la cultura popular: 1) los temas de conversación: hamburguesas, series de televisión, drogas, nunca son temas de alta cultura como literatura, o arte o algo por el estilo. 2) Los personajes son hombres “comunes” en lo referente a sus gustos y decisiones pues son producto de la convención más que de la reflexión.  C) El disfrute Kitsch: la mejor escena para comprobar como funciona este tipo excepcional de disfrute es la del carro y Marvin. Un blanco mata a un negro en un carro por un accidente, así podría ser… también, un tiro se escapa en un carro y mata a Marvin. Pero la realidad, es que a nadie le importa que maten a Marvin, ni si fue un blanco o un negro, lo importante es reírse, es aceptar como espectador un satisfactorio lugar seguro y cooperador, cómplice y conciente, yo me río porque disfruto al  saber que me estoy divirtiendo porque en un carro por un accidente le reventaron el melón a un anónimo y Samuel L. Jackson tiene trocitos de cerebro en el afro.
Lo segundo: En general, la película no tiene intenciones de cuestionar temas trascendentales del ser humano, por el contrario tiene un compromiso con el entretenimiento, con el gozo más que con la reflexión y cuestionamiento de la situación humana, esto es fácil de captar si pensamos en el séptimo sello y luego en la muerte de Travolta en Pulp Fiction, en ambas aparece la muerte, en una como tema, en la segunda la muerte obedece los requerimientos de la película, matan a Travolta porque tienen que cerrarlo no porque la muerte sea un tema importante, igual que el maletín, nadie a dicho que el maletín contiene las respuestas de la vida, no… todo el mundo sabe que el maletín es el botón que activa una máquina que no hace nada, es solo una máquina tan llamativa que no necesita ser ni hacer más nada.
Dicho esto, creo que queda claro porque el cine de Tarantino se puede calificar de cine kitsch.


[1] Barthes, Roland, Siglo XXI Buenos Aires Argentina 1972
[2] Rosemberg, Harold, Monteavila Caracas Venezuela, 1969.
[3] Dorfles, Guillo, Lumen Barcelona El Kitsch. 1968
[4] Idem.
[5] Eco, Umberto, Apocalípticos e Integrados ante la cultura de masas, Lumen Barcelona, 1969

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